Título: El increíble caso de Barnaby Brocket
Autor: John Boyne
Editorial: Nube de tinta
Nº de páginas: 249
Precio: 14,95€
Libro único
Sinopsis
Esta es la historia de Barnaby, un niño especial que pertenece a una familia demasiado normal; pero aún, tremendamente normal, aburridamente normal. Pero para los Brocket todo cambia el día en que nace Barnaby. Su madre se da cuenta de que algo va mal en cuanto empieza a notar los dolores del parto ¡y tiene a altas horas horas de la madrugada que despertar a todo el equipo médico! Pero lo peor está por llegar: ¡su bebé sale disparado y se queda flotando en el techo de la habitación! Después de pasar por médicos y más médicos, el diagnóstico es concluyente: Barnaby no obedece a las leyes de la gravedad y su estado natural es flotar. Sus padres, desesperados, no saben qué hacer con él y de nada sirven las súplicas del niño, que asegura que quiere quedarse en el suelo, pero no puede. Al final solo queda una solución: dejar que se vaya volando.
Al empezar el libro le tenia muchísimas ganas pero conforme iban pasando los capítulos iba decayendo mi persona, pensando cuando iba a acabar y si de verdad el autor había perdido ese gancho que me une a algunos de sus libros (El niño con el pijama de rayas, vamos) Pero llegaron los exámenes y tuve un parón lector, esto parece ser que me renovó y mire al libro con otros ojos, resultado: me lo acabé en una tarde. En realidad, el libro no está tan mal como yo me pensaba cuando iba por la página 100, más o menos, tiene una historia que te paras a pensar y te quedas..........sí, te quedas sin palabras. Como pueden unos padres hacer eso en su sano juicio, tampoco esta demostrado que no tuvieran un problema mental, pero bueno no cuento más de la historia que al final mi mente me va a obligar a hacer spoilers y no quiero. Lo que yo decía, que es muy recomendable. Es una historia que te obliga a pensar pero de un modo entretenido, es decir, que también sé pensar seriamente. Te expone el "problema" de Barnaby como si fueras un niño y te hace disfrutar como cuando te comes una golosina. En fin, que yo le doy:
4,5/5
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